¿Cómo hacer preguntas valiosas y potenciar el interés de los alumnos?

5 junio, 2020
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Proporcionar información y dar respuestas a los estudiantes es una misión importante de los docentes. Pero hay otra vertiente de la enseñanza a la que, a menudo, se presta menos atención: ¿Qué y cómo preguntar a los alumnos para potenciar su aprendizaje?

Este fue el tema central del webinar No hay nada más inútil que una pregunta mal planteada, impartido el pasado 29 de mayo por Mònica Vilasau Solana, profesora de Derecho Civil de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC. “Las preguntas tienen una fuerza y un potencial que no debemos desaprovechar”, afirmó. El webinar se celebró en el marco del ciclo Docencia no presencial de emergencia

Para Vilasau, educar mediante preguntas, interrogando más que explicando, estimula la capacidad humana de asombrarse, de tener cuestiones propias e interés por resolverlas y aprender. 

“En nuestra sociedad, marcada por los avances constantes de la inteligencia artificial, quizás lo que nos diferenciará de la misma será la capacidad de asombrarse y de plantear preguntas. Es algo que tenemos que despertar, hacer crecer y cuidar en los estudiantes y en las personas”, remarcó la profesora de la UOC. 

Las preguntas realmente valiosas alejan a los alumnos de verdades absolutas, preparan su mente para la apertura hacia lo nuevo y activan su creatividad, subrayó Vilasau. “Según algunos científicos de la cognición, las preguntas son tan relevantes que, hasta que no podemos formular la pregunta adecuada, la información no puede indexarse correctamente”, añadió. 

Preguntas útiles para el aprendizaje

Según la experta, para plantear preguntas con valor es clave determinar qué objetivo de aprendizaje se quiere alcanzar. También, el docente debe ponerse en la piel del alumno con el objetivo de “intentar ver aquello que puede sorprenderlo y las dificultades que puede encontrarse”.

De entre las varias clasificaciones de preguntas que se han hecho, Vilasau destacó la basada en la taxonomía de Bloom y retomada, entre otros muchos autores, por Sanders.

Según esta clasificación, el conocimiento es una especie de pirámide, con una base de nivel cognitivo que requiere menor profundización y una cúspide que implica habilidades más complejas.

En este marco, las preguntas se clasifican en seis niveles: el primero, en la base, comprende las memorísticas o de nomenclatura, y el sexto, en la cúspide, se refiere a las de síntesis o creación, que tienen como objetivo producir un pensamiento original e imaginativo. Entremedio se encuentran las de interpretación, de análisis o de capacidad crítica. 

Así pues, en función del tipo de pregunta, se puede potenciar un determinado conocimiento u otro

En este sentido, Vilasau propuso a los docentes que analicen -a ser posible, en equipo- qué variedad de conocimiento han alcanzado sus alumnos a partir de las preguntas que les han ido planteando. En base a este análisis, podrán determinar las mejoras a implementar.

Seis herramientas para preguntar

Finalmente, la profesora de Derecho Civil detalló, desde su experiencia en la UOC, seis herramientas útiles para fomentar el interés y la capacidad de sorpresa de los alumnos. En los estudios de Derecho, subrayó, una de las claves para fomentar preguntas útiles es “poner aquello que se estudia en relación con la realidad”.

  1. Supuestos prácticos sencillos

Se trata de describir brevemente los supuestos de hecho y, después, plantear preguntas muy concretas, de modo que el alumno pueda verificar si ha comprendido los conceptos básicos. 

Por ejemplo, después de explicar un caso, se pregunta: ¿En base a aquello que dispone la legislación del registro civil, pueden los padres imponer a su hijo el nombre que quieran, como por ejemplo el de un héroe de ficción o de un animal?

  1. Debates

Para la experta, son interesantes porque generan preguntas que llevan a otras preguntas, y es adecuado que se centren en temas de relevancia para la opinión pública. Según su experiencia en docencia virtual, conviene que el debate dure al menos una semana desde que se inicia y se prolongue al menos diez o quince días, para que puedan intervenir todos los estudiantes. Asimismo, es necesaria la figura del moderador, que plantea las preguntas y redirige a los alumnos para que no se pierda el hilo.

La profesora de la UOC puso el ejemplo de un debate, en una asignatura del Pogrado en protección de datos, sobre la posibilidad de adoptar aplicaciones de geolocalización de las personas como medida de controlar la propagación del Covid-19. En este caso, previamente se propuso una lectura a los alumnos y se les plantearon unas preguntas como punto de partida.

  1. Noticias

Las noticias de los medios de comunicación son, en opinión de Vilasau, una “fuente inagotable de supuestos y preguntas”. En la mayor parte de las asignaturas del Grado de Derecho se utilizan noticias como lectura a partir de las cuales suscitar preguntas, comentarios y plantear cuestiones a partir de las que debatir. 

  1. Lectura de jurisprudencia y documentos de autoridades 

En este caso, la experta puso el ejemplo de una resolución de la Agencia Española de Protección de Datos adoptada a raíz de un caso de suplantación de identidad en una red social. Se propuso la lectura de de dicha resolución junto con un dictamen del Grupo del art. 29. A partir de estos documentos se plantearon preguntas más bien de tipo analítico.

  1. Casos y cuestiones

La experta destacó la utilidad de este recurso, que no solo describe un supuesto y plantea preguntas, sino que, además, invita a los alumnos a aprender por qué su respuesta ha sido correcta o incorrecta. Así, los casos y cuestiones son una herramienta de autoevaluación, y además la UOC los usa en Pruebas de Evaluación Continuada (PEC). 

  1. Las preguntas las plantean los alumnos

Vilasau detalló el uso de esta herramienta de dos maneras: 

  • En debates, de forma que son los estudiantes quienes escogen el tema, fijan unos objetivos de aprendizaje, seleccionan un material de base (ya sea una noticia, una nueva ley que se está discutiendo, etc.) y plantean la pregunta inicial. Además, uno o varios de los alumnos actúan como moderadores, subrayando las cuestiones más importantes, redirigiendo y planteando preguntas nuevas y finalmente concluyendo el debate. 
  • Mediante la redacción de supuestos prácticos por parte de los propios estudiantes. Ellos mismos deben pensar un supuesto de hecho (sobre un tema concreto que se ha estudiado). De esta manera deben pensar aquellos elementos que tienen relevancia jurídica y que tienen que constar. Junto con la elaboración del supuesto de hecho, aquello que se valora especialmente son las preguntas que el propio estudiante redacte. Al proponerles la actividad se indican cuáles son los criterios de evaluación. 

La profesora de la UOC recordó asimismo como, aprendiendo de los errores se pueden consolidar mejor los conocimientos.

A continuación podéis recuperar el vídeo del webinar completo de Vilasau:

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Autor / Autora
Periodista col·laboradora
Comentarios
Verónica20 febrero, 2021 a las 5:12 am

Buenas tardes. Existe la posibilidad de tener acceso a un banco de buenas preguntas para segundo ciclo en la asignatura de ciencias naturales. Gracias

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