3 retos para la igualdad de género en el Derecho y las Ciencias Políticas

Con motivo del Día Internacional de la Mujer de este año hemos preguntado a profesoras e investigadoras de los Estudios de Derecho y Ciencias Políticas cuáles son los tres retos principales para la igualdad de género en su ámbito de estudio.

A pesar de las nuevas conquistas en estas disciplinas, aún estamos lejos de situarnos en la plena igualdad entre mujeres y hombres. Por ello, desde la perspectiva feminista de nuestros Estudios, ponemos foco a los obstáculos que aún quedan por superar en materia de igualdad.

1. Incorporación de la mujer en puestos de poder

Una de las luchas que subyace en todas las batallas políticas es la continua falta de mujeres en puestos de poder. Desde las salas de juntas corporativas, hasta los tribunales y el liderazgo político en todo el mundo, la falta de mujeres en puestos de alto nivel continúa obstaculizando el progreso en términos de igualdad en todas sus formas.

No obstante, a medida que las mujeres están cada vez más presentes en los parlamentos y las asambleas, los organismos gubernamentales y los partidos políticos, se percibe un incremento de la violencia verbal, principalmente online, que sobrepasa todos los límites del debate público y que apela directamente a su género. Este hecho está provocando la retirada, por ejemplo del Parlamento británico, de numerosas mujeres que no han tenido tiempo para  consolidar su carrera política. Un estudio de 2018 promovido por el Consejo Europeo muestra que la violencia contra las mujeres en la política es generalizada, especialmente a través de Internet y redes sociales, y por ello, su trabajo político queda minimizado y relegado a un segundo plano. 

Cuanto antes comprendamos que la falta y discriminación de las mujeres en roles de liderazgo frena no solo a las mujeres, sino a todas las personas, antes podremos avanzar en la sociedad en su conjunto.

2. Más igualdad de oportunidades y menos estereotipos

La falta de igualdad de oportunidades se vincula habitualmente con los estereotipos, la división histórica de género y roles tradicionalmente asignados al entorno laboral, lo que podría ser la base de la discriminación por razones de género.

A las mujeres se les paga menos y se les ofrecen menos oportunidades en algunos sectores, y a veces se les cierran las puertas por completo debido a su género. Hablamos, por ejemplo del ámbito de la seguridad privada, fuertemente masculinizado y estereotipado en el que la presencia femenina es mínima y en el que sus aptitudes y capacidades para desarrollar un rol profesional adecuado y riguroso son puestas en duda.

Las mujeres – al igual que los hombres –  queremos vivir en un mundo donde realicemos el trabajo que mejor se adapte a nuestras habilidades y donde una persona en una posición de autoridad reciba el mismo respeto, independientemente del género. Si todos podemos apoyar tanto a hombres como a mujeres que trabajan en roles atípicos de género, quizás sea menos probable la discriminación sobre la base de estereotipos de género arbitrarios y anticuados.

3. Conciliación laboral y familiar, también en el campo de la investigación

La dificultad para conciliar la labor investigadora con la carga familiar es otro de los retos para las mujeres en el entorno universitario. La carga docente es fuerte y eso hace que la investigación se desarrolle fuera del horario laboral. Esta cuestión afecta diferencialmente a las mujeres, dado que, como muestran las Encuestas de Empleo del Tiempo, las mujeres todavía dedican más tiempo que los hombres al cuidado de los hijos y familiares, y/o a las tareas del hogar. Este problema supone un handicap en la carrera investigadora de las mujeres trabajadoras, ya que no pueden dedicar el mismo tiempo a la investigación que los hombres.

Estos retos para la igualdad de género se han listado con la colaboración de las profesoras de los Estudios de Derecho y Ciencias Políticas: Rosa Borge, Irene Rovira, Patricia Hernández y Antonia Linde.