Modernizar la administración

29 enero, 2020
Mediación

La modernización de la administración debe ir de la mano de las necesidades y las formas de hacer de los nuevos tiempos que son a la vez las demandas y las actitudes que exige la ciudadanía. Y, en consecuencia, este es un reto constante para la administración debido su finalidad.

Del problema de los papeles y los trámites se ocupa cada vez más la tecnología. De las políticas públicas y la cuestión relacional, la tecnología – webs, Apps, redes sociales- puede ayudar, pero la solución pasa por las personas, por escucharlas, por implicarlas y darles espacios y herramientas para decidir, ya que política y sus instituciones tienen como finalidad la gestión de los conflictos públicos y sociales.

Si hay algún fenómeno que se mantenga ‘sólido’ en nuestra sociedad actual y que permite entender y explicar su funcionamiento, es el conflicto – parafraseando al sociólogo polonés Zigmunt Bauman, creador del concepto ‘Modernidad líquida’ en la que ninguno de los elementos esenciales que han configurado nuestros sistemas políticos y sociales se mantienen-. El conflicto sigue estando presente y la necesidad de gestionarlo y solucionarlo también. Pero hay que incorporar «nuevas» maneras si nos queremos modernizar.

Los gobiernos y sus administraciones son los encargados de la seguridad y la estabilidad de la sociedad en un contexto político democrático. Un contexto en el que los ciudadanos tienen cada vez más posibilidades de participar en la toma de decisiones públicas y de incidir en la aplicación de las políticas, y, por tanto, en las soluciones.

Solucionar conflictos implicando a las personas

Es por medio del análisis y la gestión de los conflictos que la administración se puede modernizar, de los conflictos de la ciudadanía y los de la propia administración.

Aunque pueda parecer obvio, hablamos de la necesidad de que sean las personas implicadas y afectadas en un conflicto las que deciden la manera de solucionarlo. Esto aplicado al mundo público, frente a una situación de conflicto, conlleva crear espacios y procesos de análisis y de diálogo con el fin de llegar a un acuerdo o de generar un consenso para luego actuar e intervenir. Un actuar o intervenir desde las capacidades y los recursos de cada una de las partes implicadas y afectadas, es decir, no sólo desde los gobiernos o de la administración, sino también desde la sociedad. Desde ambos y conjuntamente.

Hasta hoy esta no ha sido la manera de hacer de los gobiernos y de las administraciones. Los criterios técnicos estándar y los procesos unilaterales se han impuesto como soluciones generando insatisfacción parcial o total en la ciudadanía, ya que a menudo la solución aportada ha sido limitada en el tiempo, es decir que ha durado poco, y no ha sido aceptada por alguna de las partes afectadas – muy técnica, pero poco o nada social- y, en consecuencia, no respetada generando confrontación.

No estamos diciendo que los técnicos y técnicas de la administración no dispongan de los conocimientos sobre el contenido de determinadas problemáticas, pero sí que a menudo carecen de competencias y recursos para tratar de compartir y construir propuestas de solución implicando a las personas y organizaciones afectadas por el conflicto, de tal manera que sea en los espacios de encuentro y de gestión de estos conflictos donde se genere y se trabaje esta solución conjuntamente. Y es desde esta manera de hacer que se puede modernizar la administración y las políticas públicas, ya que la finalidad de las mismas es encontrar una respuesta a los problemas y los conflictos de los ciudadanos y con los ciudadanos, siendo satisfactoria, y que dure en el tiempo.

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Autor / Autora
Politólogo y conflictólogo. Profesor programa de Gestión y Solución de Conflictos (conflictología) de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC. Director del Postgrado de Resolución de Conflictos Públicos y Mediación Comunitaria de la UdG (Fundación UdG). Autor de diferentes investigaciones en Cataluña y de libros sobre la resolución y gestión de conflictos públicos, sociales y deportivos. Galardonado con el Premio Civismo 2014 y 2015 de la Generalidad de Cataluña en la modalidad de ensayo y del Premios Ammi 2010 al mejor premio estatal de mediación por el proyecto "Mediación nocturna y Gestión de conflictos en el ocio nocturno".
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